Natalia practica el masaje tradicional tailandés combinando una gran delicadeza con una firmeza perfecta. Su adaptación a diferentes situaciones y dificultades físicas es apreciable. Todo el cuerpo es solicitado por esta coreografía en la que los movimientos, a veces intensos, se llevan a cabo mediante potentes presiones o gracias al desplazamiento del propio cuerpo, lo que permite estirar el del paciente en completa relajación. Las sensaciones físicas de relajación llegan rápidamente durante la sesión y permanecen durante mucho tiempo después. Lo recomiendo enormemente !

Gracias Natalia.

Véra